miércoles, 22 de diciembre de 2010

NAVIDAD

Ya pasó otro año y el evento más popular, ha llegado.
La Navidad nos rodea, nos envía mensajes, nos azuza, nos cuestiona.
¿Qué se ha hecho en este año, de bueno?
¿Cómo va a ser el próximo?
¿La crisis dichosa, me dejará avanzar?
¿Conseguiré que mi empresa navegue firme en este mar tormentoso?
¿Los Clientes, querrán comprar lo que ofrezco?
¿Sabré usar las redes para ayudarme en esto?
¿Hay un horizonte esperanzador, o no lo hay?
¿A quién me creo: a los analistas económicos, a otros como yo, o a mi corazón/intuición?
Cuántas preguntas para responder...
Pero la Navidad atrae esta situación, porque en medio de la alegría, de los niños, de las reuniones agradables, de este kit-kat que nos permite esta fiesta, atisba el nuevo año. Que sí, que en realidad empieza en septiembre, cuando programamos lo que vamos a hacer, pero en cuestiones por ejemplo, financieras, el año termina y empieza en Navidad, y sobre lo que quiero hacer un apunte, el aspecto emocional, esta fecha sigue socavando la esperanza, la tranquilidad. Todos sabemos que hasta febrero no hay nada que empiece a funcionar de verdad, a nivel de negocio. Mientras llega, ¿sabremos generar expectativas sólidas? ¿Cómo atenderemos los pagos, si apenas entran operaciones?
Al reflexionar sobre estas cuestiones, llego a una única conclusión:
No importa cómo esté el mundo, lo que es crucial es cómo yo interpreto al mundo. Desde la angustia, la incertidumbre voraz, el miedo...o bien, desde la confianza en mis capacidades, en la confianza de provocar situaciones de éxito, en la confianza de dar confianza a las otras personas...
Así que, mi respuesta es sí. Sí al horizonte despejado, si a utilizar las redes apropiadamente, si a dirigir el barco de mi empresa con audacia y pericia en medio de la tormenta, sí a confiar en otros que como yo, confían, y juntos obtener mucho más que separados.
A mí, la Navidad me encantaba cuando era pequeña. Después, con las ausencias tan sentidas, menos. El consumismo, me aburre. Las comilonas me dan gastritis. Pero el espíritu de la Navidad, me fascina. Esa sensación de unión, de generosidad, de ganar todos, de compartir. Una vez, hice un versito, que os dejo para terminar. Os deseo Feliz Navidad y que su espíritu, os guíe durante los 365 días del año que está por llegar. Lo mejor, está viniendo hacia nosotros, abramos los brazos y permitámonos recibirlo.

Navidad rima con Bondad,
Día rima con Alegría,
¿Por qué no hacemos
de cada día, Navidad?