martes, 9 de noviembre de 2010

UNA IDEA U.S.A. COMO ANILLO AL DEDO

Hay una cosa que me encanta de los americanos: que sienten que no tienen límites, que cualquier cosa puede ser hecha. El famoso sueño americano. Hay otras cosas que detesto de los americanos, pero de eso no voy a hablar aquí.
Pues bien, una cosa que se han inventado me ha gustado. Es una fiesta para celebrar la llegada del primer bebé a la familia. Le llaman BABY SHOWER, algo así como mostrar al bebé. Pensando sobre el significado de tener un hijo, creo que es una buena idea. Cuando una pareja ha vivido una vida en común y deciden tener un bebé, su vida cambiará para siempre. Nunca más serán dos, sino siempre tres. Aunque con los años, ese tercero comienza su vida por su cuenta, los papás siempre son los papás. Incluso cuando cambian las tornas y son los hijos los que cuidan a los padres, siguen siendo tres. Y más allá de la muerte, los papás y los hijos siguen manteniendo el vínculo.
Pues bueno, que me voy del tema. En nuestra cultura, lo más parecido a esa celebración es el bautizo. Pero eso es por la tradición católica, donde el bautismo tiene un sentido muy concreto y muy profundo. Muchas personas lo celebran no por su fe, sino porque es la única manera aceptada de festejar que una nueva vida ha venido al mundo.
La verdad, creo que es crucial eso de que una nueva vida llegue al mundo. Una persona, aunque chiquitita, que no sabe de nada y por tanto ha de aprenderlo todo; una persona que aún no habla pero que sí que siente (aunque no se entere); una persona que no puede cuidar de si misma y necesita que alguien lo haga durante algunos años. ¡Qué emoción ser testigo de todos los cambios que ocurren mientras crece esa persona! ¡Qué maravilloso! Y qué responsabilidad.
Creo que es buena idea compartir la llegada del bebé, apoyar a los futuros padres en este cambio de vida tan radical y tan profundo. Despedir esa vida de dos, magnífica desde luego, para recibir la vida de tres, fascinante pero desconocida. Es un acto simbólico (es una fiestita, dura unas pocas horas) pero que puede ser íntimo, cálido, emocionante.
Por eso, creemos que vale la pena lanzarlo en nuestro país. Tal vez tarde mucho tiempo en llegar a la gente, o tal vez no. Desde luego, hemos decidido que queremos probarlo. Hemos encontrado proveedores muy interesantes que pueden darle a esta celebración esos toques acogedores, íntimos, tiernos, que son los más apropiados para la ocasión.
Se empieza por decidir la fecha (más o menos sobre los siete meses y medio de gestación), decidir la lista de invitados. Se crea una invitación original, se preparan los juegos, los regalos, las exquisiteces para comer y beber, la música, la decoración…y llega el día de vivirlo. En la lista de cosas por supuesto que no faltan los pañuelos de papel, ya que la emoción es seguro que abre las ventanas de los ojos y sale la alegría en forma líquida.
Si os interesa saber más, o queréis hacerle este regalo a alguien, escribidnos o llamadnos, os atenderemos con gusto.
Nos vemos prontito

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